El Qi Gong es una práctica de encontrarse con el propio cuerpo, desde la relajación tanto psíquica como física, por un lado la energía de la tierra y por otro la energía del cielo se conectan y se equilibran, produciendo calma, buena circulación interna de Qi y sangre y un estado energético óptimo, haciendo emanar una fuerza desde el centro del cuerpo.
Dialogar qué pasan con estas energías y fuerzas que circulan en uno, observarlas y guiarlas con atención suave va cambiando el estado hasta convertirse en un estado meditativo. Las emociones se apaciguan, los pensamientos se calman y todo se reconcilian dentro de uno, haciendo posible que ése estado se contagie al mundo que nos rodea, vibrándonos positivamente, abriendo hacía otros al diálogo y la reconciliación.